En el Parque Natural Sierra y Cañones de Guara, El Basender, el Formiga o los «Oscuros del Balcés”, son barrancos que aportan sus aguas al río Vero y han convertido este enclave en un auténtico santuarios para los practicantes del barranquismo en toda Europa y su reconocimiento por barranquistas en el mundo entero.

Pero su aislamiento, hace de este lugar un enclave impregnado de inquietante misterio, donde nos rodean paredes gigantescas y el silencio solamente se rompe por el rumor del agua y el silbido del viento.

Guara es la Meca europea del barranquismo

Sus particularidades naturales, también hacen de este entorno un punto de riqueza medioambiental y belleza natural incorrupta, que pocos lugares turísticamente explotados pueden conservar. Unas características aptas para la práctica del senderismo o la observación de aves rupícolas como el buitre leonado, el quebrantahuesos o la mismísima águila real.

Además de estos atractivos y el reconocimiento como Parque Natural, la Sierra y Cañones de Guara también abarca el Parque Cultural del Río Vero, gracias a la presencia de pinturas rupestres en sus cuevas y oquedades. Estas pinturas, pertenecientes al arte levantino del Arco Mediterraneo, han sido catalogadas, protegidas y reconocidas como Patrimonio Mundial por la UNESCO. El Centro del Arte Rupestre de Colungo es un importante punto de interés para descubrir el arte rupestre y acceder en visitas organizadas a algunos de estos enclaves prehistóricos, donde el hombre se instaló por primera vez al pie del Pirineo, hace más de 40.000 años.